Las redes sociales son nuestra
carta de presentación al mundo. Por eso, el número de seguidores que tenga
nuestra cuenta indicará el nivel de prestigio de la misma y, en muchos casos,
será fundamental para la captación de nuevos clientes. La necesidad de aumentar
el número de fans o seguidores de forma rápida ha dado lugar al nacimiento de
un nuevo negocio en Internet. Se basa en llevar a cabo una estrategia de
marketing para aumentar el número de seguidores y fans de sus clientes,
incrementando su popularidad de forma artificial.
Son ya varias las empresas que ofrecen este
servicio tanto a nivel nacional como internacional. Algunas de ellas son
comprarfacebookfans.com, Socialkik o USocial. Todo comenzó con la venta de
paquetes de visitas a Youtube, pero ahora se ha extendido a otras redes
sociales como Facebook o Twitter, donde goza de mayor éxito. La australiana
USocial, por ejemplo, vende 1.000 amigos por 197 dólares, con una oferta
especial de 250.000 amigos por 8.997 dólares. Lo único que tiene que hacer el
usuario es definir el público al que desea dirigirse, y ellos llevan a cabo la
segmentación y el proceso final de incorporación de los contactos. Según datos
de la propia empresa, un potencial seguidor de Twitter está valorado
aproximadamente en 0,81 dólares.
Aunque desde las empresas
defienden que no infringen ninguna norma, la legalidad de estas actividades es
muy cuestionada. Facebook ya intentó en noviembre de 2009 restringir su
actividad, aunque sin demasiado éxito. Sólo consiguió limitar la venta de
amigos en estos portales, mientras que el comercio de fans sigue siendo un
negocio floreciente.
Pero no es oro todo lo que
reluce. Los seguidores o fans que se compran en muchos casos son de tres tipos:
robots, cuentas falsas o inactivas, lo que hace cuestionarse la efectividad de
este método. ¿Hasta qué punto resulta rentable para una empresa o profesional
acumular fans “estáticos” que están ahí, pero que carecen de cualquier
compromiso o participación con la marca? ¿No es la interacción la base de las
redes sociales como Facebook y Twitter?
Para más información, podéis leer
este interesante artículo publicado por Joseba Elola en El País: